Reforma integral de un piso en Sant Gervasi que no había tenido ninguna otra adecuación en 50 años, con el consiguiente envejecimiento de toda la vivienda. La distribución original era muy incómoda, con espacios muy cerrados y muchas estancias pequeñas y mal iluminadas.
Hubo que modificar la distribución para cubrir las necesidades de los nuevos propietarios, una joven pareja con hijos pequeños. Esto pasaba por tirar tabiques y agrandar espacios, añadir baños donde no existían y ganar el espacio de las galerías originales para ampliar los dormitorios.
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Diseño del proyecto
Ana González | Interiorista
El mayor reto fue conseguir que la vivienda siguiera conservando la esencia de las construcciones de Sant Gervasi, sus techos altos con las maravillosas molduras y plafones de escayola (actuando en los techos para canalizar las instalaciones eléctricas nuevas), mientras modificábamos la distribución. Hicimos diferentes propuestas para conseguir respetar las molduras que rodeaban todas las estancias. Por otra parte, restauramos y conservamos las carpinterías, tanto la exterior como la interior; estas piezas eran fundamentales para conservar el carácter de la vivienda.
Otro reto fue conseguir una cocina más grande. Para ello unimos un antiguo despacho a la cocina original y dejamos que el pasillo la cruzara, lo que crea un espacio original y muy ágil, incluso ópticamente los espacios parecen mucho más grandes de lo que en realidad son.
El resultado es una vivienda con espacios abiertos y muy iluminados que resulta cómoda y acogedora, además de seguir conservando su identidad propia.