Preservar la naturaleza y ser respetuosos con el medio ambiente se ha convertido en uno de los objetivos principales también en la decoración de interiores. Desvelamos cuáles son las claves para conseguirlo.
por Esther Algara
La eficiencia energética es uno de los aspectos fundamentales en las casas ecológicas. Para conseguir que una vivienda resulte energéticamente eficiente es primordial tener en cuenta distintos aspectos que permitirán mantener la temperatura interior adecuada.
Cerramientos sostenibles
El objetivo principal de los cerramientos sostenibles es el de cubrir las necesidades de calefacción y refrigeración de una vivienda, con un gasto energético mínimo, independientemente de la temperatura exterior.
Aprovechar la energía que se genera en el entorno, tener en cuenta la orientación de la vivienda y disponer de las aberturas adecuadas permite disfrutar de un casa bien aislada, por lo que la pérdida de calor se reduce a la mitad, respecto a las que no lo están.
El tipo de acristalamiento y los marcos juegan un papel fundamental para conseguirlo.
El PVC es una de las mejores opciones en materiales aislantes para la vivienda. Es un material duradero y resistente al frío y al aire, que garantiza una perfecta insonorización y aislamiento térmico. Los cerramientos de cáscara de arroz se han convertido en una de las mejores alternativas en viviendas sostenibles.
Se trata de un producto de desecho totalmente reciclable, 100% ecológico, de gran resistencia, apariencia y durabilidad, características ideales para diseñar cerramientos más sostenibles y eficientes.
También será imprescindible tener en cuenta el tipo de acristalamiento. Existen modelos que cuentan con una o dos cámaras de aire. En este último caso, al estar rellenos de aire o gas, cuentan con un gran poder aislante. Además, será necesario realizar una adecuada ventilación, que puede ser natural, convectiva o convectiva en desván.
La natural es la que genera corriente de aire al abrir las ventanas. Para que sea eficaz será necesario que las ventanas estén colocadas en lados opuestos de las fachadas.
La convectiva se produce cuando el aire caliente sube, siendo sustituido por aire más frío. Se consigue creando aberturas en la parte más alta de la vivienda, por donde saldrá el aire caliente.
Gran parte de la pérdidas de calor en invierno y ganancias de calor en verano se produce por el tejado, por lo que disponer de un espacio a modo de desván entre el último piso de la vivienda y el tejado reducirá esta transferencia de calor. Este sistema se conoce como convectivo en desván y se emplea principalmente en casas unifamiliares.
En los hogares ecológicos también podemos tener en cuenta la aerotermia, un novedoso sistema basado en bombas de calor de última generación diseñadas para suministrar calefacción en invierno y refrigeración en verano, además, si se desea, puede proporcionar agua caliente, durante todo el año.
Calefacción eficiente
Mantener la casa caliente durante el invierno y ser más sostenibles también es posible. El sistema más eficaz es el de suelo radiante, ya sea eléctrico o hidráulico. Aunque su instalación es más costosa, con el paso del tiempo resulta rentable, especialmente en zonas donde hace un frío considerable.
Por otro lado, también podemos optar por radiadores. Existen diseños realmente eficientes que consumen menos energía, se adecúan tanto para el funcionamiento totalmente eléctrico como para la conexión a la calefacción central, con un gran rendimiento calorífico.
Cocinas más sostenibles
La cocina es una de las estancias en las que se consume más energía y es debido, principalmente, al uso de los electrodomésticos. De todos ellos, el que tiene un impacto medioambiental más negativo es el frigorífico ya que permanece encendido 24 horas al día, durante todo el año, por lo que será necesario escoger modelos, tanto de frigoríficos como del resto de electrodomésticos, que sean más eficientes y funcionales. Las opciones clasificadas con la etiqueta energética A+++ son respetuosas con el medio ambiente, proporcionan un rendimiento óptimo, y ayudan a reducir la factura de luz.
En cuanto a la zona de cocción, es preferible decantarse por los fogones a gas, que consumen menos energía que las vitrocerámicas o la inducción.
Por otro lado, elegir materiales más sostenibles para el diseño de la cocina será también la mejor solución.
Escoger madera reciclada, materiales porcelánicos 100% naturales, piezas de mármol o granito y superficies con un índice de materiales sintéticos prácticamente inexistentes para la encimera de la cocina o el salpicadero será la mejor opción.
Tal y como sucede también en el baño, instalar aireadores de grifos permite ahorrar mucha agua ya que sirven para disminuir su caudal.
La casa ecológica: baños
El ahorro de agua y energía es una de las demandas esenciales en las viviendas ecológicas.
Existen algunas alternativas para conseguir un cuarto de baño más sostenible, entre las que destaca la sustitución de la bañera por un plato de ducha, uno de los recursos más solicitados en los últimos años.
Instalar cisternas en el inodoro que cuenten con un sistema de descarga interrumpida o de doble descarga son buenas soluciones debido a que se ahorra hasta un 50% de agua.
El uso de termostatos permite reducir de 8 a 2 litros el consumo de agua en cada ducha e instalar aireadores en los grifos, tanto del lavabo como de la ducha o bañera servirá para disminuir el consumo
de agua.
Uno de los recursos que se están popularizando en las viviendas sostenibles es el reciclaje de agua del cuarto de baño. Este sistema posibilita ahorrar hasta un 25% de agua al reutilizar la del desagüe del lavabo para las descargas del inodoro.
Esta solución es viable gracias a un sistema de filtraje que separa los residuos de gran tamaño, del agua, para que pueda pasar por un conducto independiente hasta un depósito en el que se purifica y así poder ser utilizada en el inodoro.
Iluminación y consumo inteligente
El consumo de electricidad va directamente asociado a las luces que tenemos encendidas, el tipo de bombilla empleada y su sostenibilidad.
Existen 3 tipos de fuentes de luz, los LED, las de bajo consumo y las halógenas.
Como ya está sucediendo, los LED acabarán sustituyendo al resto de bombillas tradicionales, por su eficiencia, efectividad y sostenibilidad.
Elegir bombillas LED es la mejor opción para las viviendas ecológicas.
Aunque su precio es más elevado que el resto, se amortizan rápidamente por su bajo consumo energético, ya que consumen entre un 80 y 90% menos de energía que las halógenas. Destacan por alcanzar la intensidad lumínica instantáneamente, su durabilidad, que se encuentra en unas 20.000 horas, por no contener mercurio y por ser la opción más segura del mercado, ya que no se calientan tanto como las tradicionales.
Pinturas ecológicas
La tendencia indiscutible de dotar a los hogares de un carácter ecológico ha provocado que el sector de la pintura haya desarrollado productos con un impacto menor en el medio ambiente, por lo que la pintura ecológica está ganando terreno respecto a la tradicional.
A diferencia de las pinturas convencionales, fabricadas con productos químicos y sintéticos, metales pesados y derivados del petróleo, las pinturas ecológicas están fabricadas a base de productos naturales de origen vegetal o mineral no contaminante, por lo que son más beneficiosas, tanto para nuestra salud, como para el medio ambiente.
La pintura ecológica es inodora, no desprende gases tóxicos, es porosa y transpirable.
Bombillas LED decorativas.
Inspiradas en la clásica bombilla inventada por Edison, son la mezcla perfecta entre funcionalidad y diseño, y se han convertido en tendencia. Cuentan con las ventajas de la tecnología LED y diseños que permiten su instalación vista, sin pantalla.
Pavimentos
Los suelos ocupan una superficie de grandes dimensiones en una vivienda, por lo que escoger materiales que sean más sostenibles se convierte en la mejor solución para diseñar espacios respetuosos con la naturaleza.
La madera es el material más ecológico, perfecto para utilizar como pavimento. Eso sí, es necesario decantarse por un tipo de madera que no esté en riesgo de extinción y contar con certificaciones FSC o PEFC.
Además de la madera, existen otros materiales perfectos para utilizar como pavimentos ecológicos, como el corcho, que se obtiene de la corteza del alcornoque y se caracteriza por su capacidad de aislamiento y resistencia a la humedad, el linóleo, mezcla de aceite de linaza con polvo de corcho o harina de madera, que son materias primas naturales y biodegradables; el bambú es uno de los materiales más naturales y renovables existentes, de fácil crecimiento y muy resistente. Por supuesto, están las piedras naturales, un material renovable, natural, resistente y duradero
Zero Waste.
Reducir al máximo los residuos y la basura que generamos es el objetivo del Zero Waste, una filosofía también aplicable en el hogar. Elegir piezas renovables de origen natural es la mejor alternativa al uso de elementos plásticos.