Son dos maneras distintas de empezar el día o de desconectar el fin de semana. La ducha es más práctica y rápida. La bañera, más pausada y nos pide dedicación y tiempo. Por eso es inevitable que surja el debate de qué es mejor. Todo dependerá de las prioridades de cada uno pero también, de cómo es nuestro baño, su accesibilidad o dimensiones. La buena noticia es que, cambiar la bañera por un plato de ducha es una obra relativamente sencilla y además, es un paso muy sostenible, pues ahorrarás más agua.
Actualmente ya no solo se mira su funcionalidad, sino que también se valoran aspectos como la comodidad y la estética, atributos que reúnen algunos modelos como los platos de ducha integrados en el suelo. Si estás planteándote cambiar la bañera por un plato de ducha, aquí compartimos las cuestiones prácticas que deberás tener en cuenta.
¿Se puede construir un plato de ducha en todos los baños?
Si hay un requisito indispensable es que se pueda construir con una ligerísima pendiente para que el agua no se estanque. Hay que calcular unos 6-7 cm de pendiente. Por eso, en algunos casos, por mucho que nos guste esta propuesta, no es posible colocar una ducha. Por ejemplo, en los edificios antiguos, en los que a menudo el suelo no tiene más de 5 cm. Pero siempre hay una alternativa. En estos casos, se podría instalar una pequeña pendiente que nos ayudaría a ganar la altura que necesitamos.
5 motivos para cambiar la bañera por ducha
- Ganarás espacio y amplitud. Cuando prescindes de una bañera de gran dimensiones, un nuevo baño te sorprende y tienes más posibilidades para decorar.
- La ducha también puede ser limpia gracias a la instalación de una mampara adecuada. Se llevan las transparentes y las correderas, que pasan prácticamente desapercibidas. Además, al tratarse de una superficie plana y al ocupar menos que una bañera, la limpieza se realiza de manera más cómoda y en menos tiempo.
- Relájate tanto como en una bañera. Cada vez hay más opciones para instalar columnas y rociadores con diferentes tipos de chorro. Un momento de placer que tú mismo podrás diseñar y que se hará realidad nada más poner el pie en el plato de la ducha. Cabinas de hidromasaje, duchas tipo lluvia que cae desde el techo, duchas escocesas… El cliché del baño relajante se ha convertido en un mito, ya que hoy en día puedes disfrutar del agua caliente y eliminar todo resto de estrés con una ducha tanto como con una bañera.
- Una de las tendencias este año son los platos enrasados, que se fusionan con el suelo y produce aún más sensación de amplitud. Su instalación es más compleja por lo que, en algunos casos, se recomienda optar por un plato que está lo más cerca del suelo posible. Como siempre, los expertos podrán asesorarte mejor.
- Otra ventaja es la seguridad: entrar y salir de la bañera es un poco más complicado que hacerlo de un plato de ducha y eso, unido al hecho de que estamos mojados y resbaladizos, lo hace un pelín más peligroso. El plato de ducha es más conveniente, sobre todo para personas que tienen problemas de movilidad.
Y por último, se ahorra mucho más, a lo largo del año, en la factura del agua, porque se gasta menos en cada ducha. Aun así, no hay que olvidar que el derroche también depende de la actitud y conciencia de cada uno. Según datos de la OMS, una ducha de 10 minutos consume 200 litros de agua pero si queremos hacerlo bien, la recomendación es reducirla a 5 minutos y ahorrar 100 litros. Menos tiempo, más ahorro. En cambio, en una bañera, como mínimo, siempre gastarás 100 L.
Pero no podemos dar finalizada esta reforma sin pensar en el plato de ducha, los accesorios o la mampara.
- La elección más común es un plato de ducha extraplano, con textura pizarra, antideslizante y antibacteriano. Lo aconsejable es elegir un plato de ducha de carga mineral, piedra natural o sintético, con apenas 2 ó 3 cm de espesor.
- ¿Sabías que también existen platos de ducha acrílicos? Los encontrarás en una amplia gama de colores y ofrecen una superficie sin juntas. Eso sí, el plato de ducha es más delicado y se raya con mayor facilidad.
- Otra de las decisiones: desagües de pared o de suelo. En el primero, el agua desaparece por una pequeña ranura, que casi no se ve porque queda escondida por un embellecedor esmaltado o cromado. Instalar un desagüe en mitad de la ducha, rodeado de una ligera pendiente, es otra opción muy elegante. Además, tiene la ventaja de que es poco habitual que se atasque.
- En cuanto a los accesorios, son fundamentales porque nos servirán para el almacenaje de geles, champús y otros productos de higiene y belleza. Lo más aconsejable es tenerlo en cuenta en el momento de la obra y crear estantes ad hoc, por ejemplo, en las esquinas, asegurándonos que serán más duraderos y resistentes.
- Las mamparas más recomendadas son aquellas cuya fabricación es a medida, así encajará en tu baño y quedará integrada. Con perfilería de aluminio, cristal templado, antical e incluso con algún tipo de decoración. Un recurso muy útil es pintar una franja opaca que nos ofrezca mayor privacidad. ¿Un consejo? Mejor escoger hojas fijas combinadas con puertas batientes, no deslizables, para conseguir una mayor estanqueidad.
Algunas Comunidades Autónomas ofrecen subvenciones para personas con discapacidad, dependencia o mayores, facilitando así la toma de decisión al cambiar la antigua bañera por un plato de ducha.
Errores habituales al elegir un plato de ducha
Si ya te has decidido a hacer esta pequeña reforma, ten cuidado de no cometer ninguno de los siguientes errores habituales:
- No considerar la posibilidad de reformar todo el baño: es posible que, si decides instalar un plato de ducha porque estás cansado de la bañera o porque lo necesitas y no puedes posponerlo más, te sientas tentado de hacer solo este cambio y no reformar el baño entero. Puedes hacerlo, por supuesto, pero no descartes la idea de entrada y pide también presupuesto para la reforma completa. Al hacerlo todo junto, habrá gastos que se abaraten, así que es muy posible que te merezca la pena.
- ¿Dónde está la ventana? Si tu baño tiene ventana, tenlo en cuenta a la hora de rediseñar dónde irá el plato de ducha. Necesitarás instalar una mampara y es importante que esta no choque después con la ventana, de lo contrario, ¡no podrás abrirla!
- Medir mal: ¡Ten cuidado a la hora de elegir el modelo! Muchas de las mamparas de ducha que hay en el mercado tienen una altura superior a los dos metros, por lo que es importante que midas la distancia que hay del suelo al techo y que consideres después el alto del plato de ducha en sí. No olvides tener en cuenta también el espacio que ocupan los demás elementos que pueda haber, como las molduras.
Por supuesto, hay una forma de evitar todos estos errores: contar con el asesoramiento de profesionales como los que trabajan para Nexdom, que, como buenos expertos, tendrán en cuenta todos estos detalles.
¿Cuánto se tarda en cambiar una bañera por una ducha?
En un par de días, esta pequeña reforma puede estar lista. Luego, habrá que esperar al menos 24 horas más para poder estrenarla y asegurar el sellado de la mampara, si es que has instalado una. Por último, asegúrate de que tienes, como mínimo, cuatro años de garantía.
En nuestra sección de proyectos, puedes ver algunas de las reformas que hemos realizado en baños. Como siempre, en Nexdom queremos conseguir lo que estás buscando para sentirte a gusto en tu casa.