Los pasillos son, quizá, la parte más ignorada de cualquier casa. En parte, es comprensible: son lugares de paso, espacios destinados solamente a ir de una habitación a otra. No nos sentamos a estar en familia en el pasillo, no suele ser el escenario de los grandes momentos para recordar.
Además, el pasillo también ocupa otro lugar en el imaginario colectivo: se trata del lugar de la casa más relacionado con el miedo. Pensemos en esa imagen de un pasillo oscuro que debemos cruzar para llegar a la otra punta de la casa, en esas puertas, abiertas o cerradas, tras las que podría esperarnos alguna sorpresa… No suena muy prometedor, ¿verdad? Entonces, ¿por qué no transformar nuestro pasillo en un lugar cálido, agradable y acogedor? Hay mil formas diferentes de decorar un pasillo: con fotografías, espejos, alfombras, estanterías con libros… Pero hoy nos vamos a centrar en una cuestión básica pero también esencial: el color. A veces, menos es más, y un toque de color puede ser la mejor decoración posible. Pero ¿cuáles son los mejores colores para pintar un pasillo?
Un pasillo de colores claros
Olvidemos la imagen del pasillo oscuro: lo que buscamos es un lugar luminoso y acogedor, una extensión de nuestro salón o nuestro dormitorio. Si ese es nuestro objetivo, pintar el pasillo del mismo color que el salón siempre es una buena opción, aunque también podemos convertirlo en un espacio de transición eligiendo un color diferente, pero dentro de la misma gama.
¿Por qué un color claro?
Los pasillos suelen ser estrechos, así que los colores claros nos darán una sensación de espacio y luminosidad. Un color oscuro podría resultar un poco claustrofóbico, sobre todo si tenemos techos bajos. Amarillos pálidos, cremas, grises y tierras claros son los colores ideales para cualquier pasillo.
El blanco es un clásico que siempre funciona, por supuesto, pero es una opción un poco más fría. Si queremos convertir el pasillo en un lugar acogedor, los colores cálidos son nuestro mejor aliado.
Da un toque personal al pasillo con un color atrevido
Hasta ahora hemos pensado en el pasillo como un lugar de paso, de transición entre una habitación y otra: una decisión estética que responde a su función. Sin embargo, otra opción atractiva es dotar al pasillo de su propia personalidad, algo que puedes conseguir fácilmente con un color atrevido y rompedor, como un azul oscuro o verdoso. Si tienes las puertas y los zócalos de color blanco, este toque de color puede quedar igualmente acogedor y elegante. Si quieres una opción todavía más vistosa, puedes recurrir al papel, otra de las modas vintage que vuelven a ser tendencia, o incluso al suelo damero, que, además, combinaría a la perfección con estos colores tan atrevidos.
En realidad, puedes elegir cualquier color para pintar el pasillo. Al ser una habitación de paso, es ideal para experimentar. Pero, sea cual sea el color, ¡no olvides añadir una iluminación cálida y acogedora!
