Las reformas de baños siempre son una buena oportunidad para introducir cambios no solo funcionales, sino también estéticos. Para pintar, rediseñar la estancia o cambiar algunos de los elementos que la definen. En este caso, los azulejos siempre funcionan como el alma y motor visual de tu baño, y por eso merece la pena seleccionarlos con calma. ¿Quieres elegir los mejores? Pues te describimos los principales tipos que hay.
Cinco azulejos perfectos para tu baño
Hay variedad de materiales en azulejos para baños:
Azulejos cerámicos
Estos suelen ser los más populares, ya que son cómodos, fáciles de instalar, puedes limpiarlos sin mucha dificultad y, además, resultan económicos.
Azulejos porcelánicos
Están elaborados a partir de arcilla blanca refinada. El resultado final es el de un producto mucho más cuidado y resistente, de gran calidad. Este es el principal punto a favor en su uso para el baño. Se recomienda emplearlos en zonas de desgaste o muy transitadas. Y el baño siempre es una de las estancias de la casa que más desgaste pueden sufrir. Además, muestran una mayor resistencia al agua. Lo que, evidentemente, puede ser mucho más favorable.
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Azulejos de mármol
Si bien este es uno de los materiales visualmente más bonitos que hay, no es tan recomendable para baños de uso frecuente. Te puede servir como detalle decorativo, o tal vez para el baño de invitados, principalmente, porque es un material muy caro.
Azulejos vidriados
Esta es una de las apuestas más interesantes si quieres crear diseños o combinaciones originales. Si apuestas por un color más llamativo, o tal vez por una mezcla de varios, este es tu material. ¿El motivo? Que, para empezar, es muy adecuado para utilizar en habitaciones que soporten una gran cantidad de humedad. Pero, por otro lado, es un material que también se puede producir con una gran variedad de colores y tonos. De ahí su versatilidad.
Azulejos de piedra
Su principal ventaja es la estética; te ayudarán a crear un baño de estilo rústico y casero. Si así son el resto de las estancias, es una opción recomendable. Visualmente, tiene atractivo, aunque no permite muchas combinaciones. Y en lo que respecta a su funcionamiento como material, ten en cuenta que es fácil que se agriete con la humedad si se trata de un baño interior sin ventilación.
Ten claras tus necesidades
Puedes medirte por varios criterios: económicos, de originalidad, de distinción o estéticos. Sin embargo, trata de tener en cuenta también el espacio del que dispones y qué pretendes hacer con él. Si es un baño pequeño, por ejemplo, los porcelánicos con tono blanco te permitirán ganar una mayor sensación de espacio. Y si quieres que sea una estancia más alegre o visual, puedes utilizar los azulejos vidriados.
En conclusión, las reformas de baños son una ocasión excelente para cambiar otros elementos no tan fundamentales de las habitaciones. En el caso de los baños, los azulejos o las baldosas. ¿Por cuál te decides?