Cuando decoramos nuestro hogar, es importante construir un espacio en el que podamos relajarnos por completo. Esto vale para cualquier estancia, pero en el dormitorio es todavía más importante. Por eso el color azul es uno de los más populares.
Las ventajas del color azul para pintar una habitación
El azul es el color del cielo y el del océano que, casualmente, son dos cosas en las que
podemos perdernos durante horas, que podemos mientras nos relajamos y dejamos la mente en blanco. ¡No es casualidad que sean azules! Según la psicología del color, el azul transmite seguridad, estabilidad y profundidad, lo que ayuda a calmar la mente y a tranquilizarse y, por ende, reduce el estrés, la tensión e incluso el miedo.
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Por lo tanto, es uno de los colores que más favorecen el descanso. Por esta razón, el color azul sobrevive junto a los neutros año tras año entre los colores tendencia para habitaciones. Por otra parte, el azul es un color fácilmente combinable con el blanco, los grises y la madera.
Los mejores azules para el dormitorio
Elige el azul claro para un estilo relajado
No es una sorpresa que el color azul claro sea el que más favorece el descanso. Reduce la tensión arterial y la frecuencia cardíaca, y nos ayudará a descansar mucho mejor. Es posible que no te llame la atención, pero un azul claro no tiene por qué ser aburrido: hay opciones con muchos matices distintos y todas ellas tienen un efecto relajante. Puedes elegir un azul más frío, que vire ligeramente hacia el gris y queda muy elegante, o uno más verdoso, que además de ser tendencia, lo hará más cálido y juvenil.
Apuesta por el azul oscuro si buscas un dormitorio sofisticado
Lo creas o no, los colores oscuros también pueden quedar preciosos en un dormitorio. Si te da miedo perder luminosidad, siempre puedes pintar solo una pared de ese color y dejar el resto en blanco, de este modo, tu dormitorio seguirá siendo igual de luminoso. Otra opción es combinarlo con muebles blancos y textiles en azules más claros. Igual que con el azul claro, hay muchos azules oscuros que pueden darle un carácter distinto a tu habitación: índigo, azul de Prusia, añil…
La técnica de pintar una sola pared sirve también con otros azules que, si bien no son tan oscuros, sí llaman mucho la atención, como el azul turquesa.
El azul, en los detalles
Si eres un acérrimo defensor de las paredes blancas, hay otros modos de introducir el azul en tu dormitorio: puede estar presente en los textiles, en las puertas y las ventanas o incluso en el cabezal de la cama. De este modo, te beneficiarás de los efectos relajantes de este color y seguirás siendo fiel a tus paredes blancas.
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