El estilo mediterráneo se ha convertido en una de las propuestas decorativas de tendencia, tanto para diseñar espacios costeros como en viviendas urbanas. Este estilo se caracteriza por la luminosidad, la frescura y la naturalidad, que predominan en cada uno de los espacios que los acogen, además de la aplicación de colores suaves y relajados, que permiten crear ambientes más serenos y acogedores.
POR ESTHER ALGARA
El estilo mediterráneo bebe de distintas fuentes de inspiración procedentes de las diferentes culturas que se encuentran en la cuenca del mar mediterráneo, hecho que le confiere una esencia y personalidad única. El uso de materiales autóctonos, la naturalidad y la luminosidad que transmiten cada uno de sus rincones y el valor de la artesanía aplicado en distintos elementos, nos permite diseñar viviendas con carácter y estilo inconfundible.
Materiales de carácter mediterráneo
Esta tendencia se identifica por el uso de materiales como la madera, el mármol, el hierro y la piedra natural, dando lugar a estancias que respiran frescura, luminosidad y armonía. Es habitual emplear la madera, el mármol y la piedra para pavimentar los suelos de las viviendas de corte mediterráneo, tanto en su forma auténtica, como en nuevas soluciones de suelos laminados, vinílicos o porcelánicos que simulan su acabado y textura de forma sorprendente.
El estilo mediterráneo también puede incluir la incorporación de elementos característicos de la zona, como las baldosas hidráulicas, en su forma original o a través de la instalación de piezas de nueva fabricación, como un elemento que aporta personalidad y colorido a cualquier espacio. Además, en el estilo mediterráneo también destaca la utilización de elementos decorativos que aportan un toque personal y acogedor, para lograr el equilibrio perfecto entre elegancia y sencillez, evitando sobrecargar los ambientes con de adornos y objetos excesivos que puedan entorpecer el diseño de cada estancia.
Asimismo, se apuesta por el uso de materiales reciclados que aportan a las viviendas un carácter más natural y sostenible, ayudando a cuidar y respetar el medio ambiente.
Las vigas de madera, que tienden a recuperarse y a presentarse en su máximo esplendor, aportan un aire rústico y acogedor, a los distintos ambientes, y la iluminación en tonos cálidos es la clave para lograr la sensación de tranquilidad y bienestar que se busca.
Integración de espacios
En los últimos años, en el estilo mediterráneo también se busca maximizar la luz natural y aprovechar las vistas, por lo que una de las tendencias actuales es la integración de los espacios, que se traduce en el diseño y distribución de zona diáfanas, que engloban el salón, el comedor y la cocina en una misma superficie.
De esta forma, se consigue un ambiente amplio, luminoso y perfecto para disfrutar en compañía.
Sustituir los espacios compartimentados por estancias abiertas de mayor superficie, con la eliminación de tabiques y paredes innecesarias, o añadir muros acristalados con perfilería de hierro, nos permite multiplicar la sensación de amplitud del espacio, además de permitir que la luz natural fluya por todos los rincones.
Cocinas para compartir
En el diseño y reformas de las nuevas cocinas de estilo mediterráneo se pretende encontrar el equilibrio perfecto entre funcionalidad y estética, que se consigue con la aplicación de materiales naturales junto a elementos de carácter técnico, que nos permiten disfrutar de un espacio convertido en el auténtico corazón de las viviendas, en los que cocinar, comer y compartir, en familia. Por ello, la instalación de islas de cocina con zona de barra y taburetes, se transforma en una de las soluciones de mayor tendencia.
Jardines interiores
Además de la creación de espacios integrados, encontramos el diseño de jardines interiores como otra de las propuestas más populares en las reformas integrales de estilo mediterráneo. Este tipo de patios o jardines pueden ser pequeños y sencillos, decorados con algunas plantas autóctonas en macetas de formato pequeño o medio, o soluciones más sofisticadas, en las que un patio central posibilita la entrada de la luz en los distintos ambientes situados a su alrededor, perfectamente decorados con vegetación, plantas colgantes y especies de grandes dimensiones.
Los jardines interiores no sólo proporcionan belleza a las viviendas de estilo mediterráneo, sino que también ayudan a refrescar la casa en los veranos más calurosos de Barcelona, gracias a la vegetación aplicada y a la ventilación cruzada que se genera entre las distintas aperturas.
Colores suaves y naturales
El estilo mediterráneo destaca por el uso de tonalidades frescas y naturales como los blancos, los tonos azules, el verde y el amarillo, en sus versiones más pálidas, como colores que reflejan la gama cromática del entorno y la naturaleza mediterránea.
Estos tonos permiten crear ambientes más luminosos, acogedores y agradables que favorecen el descanso en los espacios ubicados en la zona de noche, como los dormitorios, y proporcionar mayor sensación de serenidad en el resto de ambientes de día, como el salón, el comedor, la cocina y los cuartos de baño. Además, estos colores combinan a la perfección con los materiales de la zona, como la piedra, la cerámica y la madera.
Espacios exteriores
En ciudades como Barcelona se disfruta de un clima privilegiado, por lo que el diseño de espacios exteriores en reformas integrales se ha convertido en una de las propuestas más demandadas.
Este tipo de espacios exteriores se pueden desarrollar en forma de terrazas, balcones o patios, en las viviendas plurifamiliares convencionales, o a modo de grandes jardines, con porche y piscina, en el caso de las casas unifamiliares como solución ideal para disfrutar del aire libre, en compañía de la familia y los amigos.
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